COLEGIACIÓN OBLIGATORIA. LO BUENO, LO MALO, LO FEO Responder

Lo bueno. Es que el Poder Legislativo se interese en poner orden en el ejercicio de las diversas profesiones y en generar esquemas de responsabilidad para aquellas personas que actúen indebidamente, con deshonestidad o simplemente con negligencia, en relación con los intereses que deben cuidar. En la Gaceta del Senado de 25 de febrero de 2014 aparece publicada una Iniciativa (suscrita por senadores del PAN, PRD y PRI, los cito en orden alfabético), de Ley General del Ejercicio Profesional Sujeto a Colegiación y Certificación Obligatorias. La colegiación, a nivel mundial,  ha funcionado como un medio de control para el adecuado ejercicio profesional, a través de sujetar, a quienes deseen prestar tales servicios, a un examen de capacidades, a sistemas de actualización y a la aplicación de sanciones  en los caso que así lo ameriten. De este modo, la colegiación es deseable y necesaria, más allá de quienes lancen proclamas invocando ya gastados argumentos sobre el derecho a la libre asociación.

Lo malo. Es que la Iniciativa se queda a la mitad del camino. Y en lugar de establecer un régimen en el que sean órganos del poder público quienes ejerzan de manera plena y completa ese control, pretende que una «Comisión Interinstitucional de Colegiación y Certificación Profesionales» se valga de las ya existentes asociaciones de profesionistas, o de las que estén por existir, para poner orden en el  ejercicio de las diversas profesiones.

Lo feo. Es que la Iniciativa pretende que los profesionistas nos agrupemos obligatoriamente en las asociaciones privadas que autorice, las que funcionarían como «auxiliares de la autoridad» (no busquemos medios términos, serían autoridad) con el carácter de entidades de «interés público».

Cada quien tiene derecho a asociarse con quien quiera, siempre que el objeto de la asociación sea lícito; pero de ahí a que el Estado obligue a los profesionistas a sujetarse a las los intereses privados, personales o grupales, en los que, por simple condición humana, se generan simpatías,  antipatías, favoritismo y hasta revanchas…hay mucha diferencia.

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